Fustigan ahora al personal con una programa llamado «Las Joyas de la Corona» ofrecido por Telecinco. El reality tiene por objeto pulir a un grupo de niñatos de botellón, enseñándoles buenas maneras y protocolo, para que puedan acudir sin dar el cante a recepciones reales y puestas de largo de la aristocracia, a las que nunca han sido invitados ni lo serán.

En el curso de la emisión se han detectado importantes desviaciones sociales que pueden socavar los cimientos del Estado. Una de las concursantes, llamada Lucía, de 22 años, estudiante de 4º de Derecho, fue incapaz de identificar las fotografías de Rubalcaba, de Baltasar Garzón y de Esperanza Aguirre (a quien acusó de ser la Presidenta del -Real- Madrid). No sabía el significado de algunas palabras «raras» como prólogo, epílogo o lujuria (término que definió como «tener muchas cosas valiosas, como bolsos, collares…»). Ignoraba el significado de la expresión «conceder la venia», estando la criatura a punto de licenciarse en Derecho.
Urge analizar y reparar esta posible aberración educativa. ¿Cómo es posible que esta chica haya superado todos los cursos, aparentemente sin repetir ninguno, y esté a punto de licenciarse con este nivel de analfabetismo? ¿Es un síndrome? ¿O es una desviación aislada, una aberratio?
Para que digan que no hago críticas constructivas propongo una idea. Que se forme una Comisión de Investigación, asesorada por expertos multidisciplinares, que examine en profundidad el caso. A Lucía no le importará pues tiene afán de notoriedad y por supuesto se le pondría un sueldo mientras durasen los trabajos (sueldo que podría sufragarse, parcialmente, en especie, mediante la entrega de zapatos Manolo Blanik, bolsos de Gucci y complementos de Dolce y Gabbana). Se ha de investigar en profundidad la vida y obra de esta criatura: sus amistades, su entorno familiar, su evolución académica, su rendimiento escolar (no sería de extrañar que la chica hubiese obtenido una media de sobresaliente), etc. Y luego establecer las causas de la aberratio: la LOGSE, el programa Erasmus, el Plan de Bolonia, la integración europea, las universidades on-line, excesos de botellones o de programas telebasura, determinando, a continuación, el negociado responsable. Tomar buena nota, y diseñar un plan decenal para corregir el dislate.
Sólo me cabe una duda razonable. ¿Lucía es sólo una aberratio o es el exquisito producto de una mente ordenadora como la del Gran Hermano de Georges Orwell o de Mercedes Milá, que persigue la creación de un electorado formalmente cualificado que pueda manejarse fácilmente por el que manda?
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