Hace años, cuando el Zapaterismo golpeaba nuestro país con desaforada virulencia, escribí en este blog un artículo que propugnaba el desmantelamiento paulatino, tranquilo y sosegado del Estado funcionarial.
Naturalmente nunca pensé que ni el Gobierno de entonces, comandado por el inefable Zapatero y sus trepas (caracterizados todos por ser más mediocres que su mentor), ni el de ahora, dirigido por altos funcionarios de la Administración, autistas respecto a la realidad circundante, se detuvieran un momento a plantearse semejante propuesta.
Pero ahora, que el fantasma de Podemos se cierne sobre esta atribulada España con un programa totalitario que pretende convertir al Estado en más funcionarial que nunca, subvencionando a todo ser vivo por el mero hecho de existir, a costa de agotar los recursos públicos, empobrecer a la clase media y fortalecer la maquinaria estatal que acabará, como ha ocurrido a lo largo de la historia, destruyendo los más elementales derechos individuales, es el momento de releer dicho artículo y que cada cual extraiga sus propias conclusiones.
Les invito a una lectura sosegada y, si fuera posible, sin prejuicios.
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