
La llegada del virus del ébola a nuestro país ha constatado algunas máximas que ya se conocían o, al menos, se intuían. Aquí os dejo algunas:
- Los gabinetes de crisis del Partido Popular recuerdan al Consejo de Ministros de Libertonia, presidido por Groucho Marx.
- Basta una persona infectada para comprobar que la estupidez política es viral, delirante y contagiosa.
- La crispación política en España es endémica y no tiene ni tendrá vacuna.
- Si después de todo esto, continúa como ministra Ana Mato es, sin duda, porque «sabe demasiadas cosas».
- El dicho «por la boca muere el pez» es aplicable a la mayoría de los políticos españoles y más mortífero que el ébola.
- No hay un escenario mejor que una rueda de prensa sobre salud pública para que un político español se autoinmole.
- La controversia desatada por el sacrificio de Excalibur produce cierto alivio: mientras haya progres entretenidos en estas estupideces jamás gobernarán.
- Basta una fiebre del ébola para sofocar, por unos días, los delirios independentistas.
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